El Método Montessori
Qué es el método Montessori
El método Montessori es más que un simple modelo educativo. Se trata de una filosofía de crianza que apareció a finales del Siglo XIX y principios del XX, la cual lleva el nombre de su creadora, la doctora italiana María Montessori.
Este método lo que hace es ayudar en el desarrollo personal del niño para que logre la independencia. ¿Cómo? Dándole libertad con límites y respetando su psicología natural y su desarrollo físico y social.
Las ideas de la Dra. Montessori se expandieron a nivel internacional y en muchos países se establecieron sociedades (conocidas como «Sociedad Montessori») para promover su trabajo.
Nota: si deseas ampliar información hay un libro escrito por la propia Dra. María Montessori y otros muchos escritos por otros autores; todos ellos igual de interesantes.
De los 0 a los 6 años el niño absorbe todo lo que está en el ambiente, por eso es importante que el ambiente que le rodea sea constructivo.
No siempre es posible controlar los espacios por donde se mueve tu peque, pero es vital que pongas énfasis en aquellos espacios qué sí puedes controlar y en los que pasa más tiempo.
Analiza cada una de las habitaciones de tu casa y fíjate qué objetos o muebles puedes adaptar para que tu hijo se desenvuelva de forma autónoma, sin problemas y con total seguridad.
Por ejemplo, decora su habitación infantil según la filosofía Montessori. A veces no hacen falta que hagas grandes cambios, simplemente con poner una cama a ras de suelo, una cama Montessori, para que el niño entre y salga solo es suficiente.
El baño es otro lugar donde tu peque llevará a cabo actividades del día a día (peinarse, cepillarse los dientes…) y también es interesante convertirlo en un baño Montessori.
Tener un entorno adaptado es clave para el desarrollo psicomotor de tu hijo y consigue que este disfrute de amor propio al poder hacer las cosas sin la ayuda de un adulto.
Recuerda: en este método el niño es el protagonista y el secreto para aplicar el método con éxito en casa.
Cómo aplicar el método Montessori en casa
Antes de aplicar el método Montessori en casa tienes que entender bien en qué consiste y deshacerte de mitos y falsas creencias.
Así que vamos por partes. ¿Cuáles son los puntos básicos a tener en cuenta?
Para hacerlo sencillo lo he desglosado en 5 pilares fundamentales. La base sobre la que construirás la crianza de tu hijo con seguridad, coherencia y, lo más importante, sin morir en el intento.
¿Quieres saber qué puntos son? Pues vamos allá 😉
Observa a tu peque
Lo primero: mira qué hace tu peque, observa cómo se comporta y fíjate qué le interesa, que le llama la atención.
Si no lo haces, será imposible que seas consciente de sus necesidades.
Por ejemplo, imagina que ves a tu hijo intenta subirse a una silla para alcanzar el mármol de la cocina.
La primera reacción será decirle que no puede subirse a la silla, porque puede caerse y hacerse daño. Pero con esto lo que haces es cuartar a tu hijo su libertad, privarle de la experimentación de subir y ver qué se cuece sobre la encimera de la cocina y sabotear su curiosidad.
Con el método Montessori, la observación lo que te permite es preparar el ambiente (en este caso la cocina) para cubrir esa necesidad que has descubierto a través de la observación.
¿Qué puedes hacer para que tu hijo alcance el mármol y vea qué hay encima de este sin peligro? Pues una opción sería incorporar una torre de aprendizaje, un mueble Montessori que se adapta a las necesidades de los peques con total seguridad.
Tu hijo, a través de sus acciones, te da pistas sobre lo que necesita desarrollar, aprender y perfeccionar.
Nota: el método Montessori te ahorra rabietas, ya que la mayoría de veces los niños se enfadan cuando no pueden hacer lo que de forma instintiva desean hacer y que forma parte de su proceso de aprendizaje.
Confía en tu hijo
Los niños tienen muchas más capacidades y habilidades de las que nosotros suponemos o creemos que tienen. Y nuestro desconocimiento se traduce en sobreprotección, la cual va en detrimento del su desarrollo.
En lugar de confiar en que nuestro hijo puede hacer una tarea o actividad y darle las herramientas para ello, terminamos o bien prohibiéndosela o tratándole de forma que le damos a entender que no sirve, que no es capaz.
Puedes hacerte una idea del efecto negativo que eso tiene sobre el niño, aunque como padres lo hagamos de forma inconsciente y siempre con la mejor de nuestras intenciones.
Imagina que tu hijo quiere cortar un papel con tijeras y tú consideras que es peligroso. ¿Qué haces? Le dices: no cariño, eres pequeño para cortar con tijeras. Puedes hacerte daño.
Con el método Montessori, en lugar de negarle la necesidad de cortar el papel, lo que harías sería proporcionarle unas tijeras (tijeras adaptadas a su edad, claro está). Confiarías en que es capaz de cortar el papel sin terminar en urgencias de ningún hospital.
¿Y si aún así se corta? Mira, seguro que la sangre no llega al río y tu hijo aprende a ir con más cuidado. De esta forma, coge seguridad y el día que usa unas tijeras que cortan más y no tienen la punta roma, es capaz de usarlas sin lesionarse un solo dedo.
¿Ves la diferencia?
Dale libertad con límites
Tu peque quiere llevar a cabo tareas y actividades, experimentar. Lo hace guiado por sus necesidades internas, las cuales tú debes cubrir dándole la libertad que necesita para llevarlas a cabo.
Libertad no significa que pueda hacer lo que quiera cuando quiera. También debes poner límites. El método de crianza no Montessori no puede convertirse en la república del caos y el libertinaje.
Metafóricamente podríamos decir que se trata de no poner frenos al coche pero tampoco dejar que baje por la pendiente sin control. Por eso los límites deben ser los justos y, sobre todo, coherentes, claros y firmes.
Si tu hijo tiene que salir de casa, puede elegir qué ropa quiere llevar. Pero lo que no puede hacer es salir en pijama o sin abrigo si está nevando.
La libertad le proporciona seguridad y autoestima pero nunca debe ser la excusa para saltarse las normas sociales o poner el peligro su salud o integridad física.
Consigue que tu peque sea autónomo
El método Montessori busca que el niño sea independiente, así que tu trabajo en casa no es «hacerle las cosas» sino «ponerle las cosas fáciles».
¿A qué me refiero con lo de ponerle las cosas fáciles? Pues a que le ayudes a llevar las tareas de su día a día por sí solo.
Para ello son imprescindibles 2 requisitos:
- Adaptar el ambiente.
- Armarse de paciencia.
Adaptar el ambiente: si tu peque es capaz de vestirse solo pero no puede abrir el armario para elegir su ropa, de poco servirá el método. Si tiene libertad para jugar a lo que quiera, pero tiene los juguetes en un estante y no llega, necesitará recurrir a un adulto para poder jugar.
En estos 2 casos lo que tendrías que hacer es adaptar el ambiente. Por ejemplo, poner unos tiradores que le permitan abrir las puertas del armario o colocando la ropa en un armario Montessori. Igual con los juguetes. Deben estar visibles y a su alcance. Usar unas estanterías a su altura es lo recomendable; las estanterías Montessori son ideales para este fin.
Armarse de paciencia: vivimos en un mundo lleno de prisas y a los padres a menudo les resulta más fácil hacer ellos las tareas que podrían hacer los niños por su cuenta. Sí, no voy a engañarte, cuando un niño empieza a hacer una actividad por primera vez, es torpe y va muuuy lento. Pero forma parte del aprendizaje.
Si sigues la filosofía Montessori no puedes darle prisas a tu hijo o hacer la tarea por él. Él será autónomo en la medida que tú tengas paciencia y esperes a que se desenvuelva a su ritmo.
Si eres capaz de esperar, verás que en poco tiempo tu hijo irá más rápido y tendrá más habilidad en lo que sea que haga.
¿Y sabes qué es lo mejor? Tu paciencia no solo le proporciona autonomía, también le sube la autoestima y la seguridad en sí mismo.
Nota: si hay algún punto en el que tu hijo se atasca, puedes echarle un cable. Pero solo en ese punto, el resto de actividad tiene que llevarla a cabo él solito.
Proporciona a tu peque materiales y actividades
En el mercado, hay infinidad de actividades Montessori y juguetes Montessori que pueden ayudarte a aplicar el método y sacarle el máximo partido.
Para que funcione, debes saber qué tipo de material y actividad introducir, de qué manera y cómo hacerlo. De todas formas, no te agobies con eso. Empieza por actividades sencillas: las actividades de la vida práctica.
En el día a día en casa hay mil tareas que tu peque puede hacer para desarrollar su autonomía, autoestima y motricidad. De los 2 a los 3 años a los niños les encanta imitar lo que hacen los adultos y participar en actividades de la vida práctica.
Dale una escoba y una fregona a tu hijo y le harás el niño más feliz del mundo. Propón que riegue las plantas y lo tendrás entretenido un buen rato.
A veces no es necesario complicarse la vida, solo observar y ver por qué actividad se siente atraído el peque y cómo puedes facilitarle las herramientas o juguetes para que pueda hacerla por su cuenta.
Estos 5 puntos te sirven como punto de partida para aplicar el método Montessori en casa. Aunque esta filosofía también tendría que extenderse en la educación más allá del entorno familiar. Por desgracia, las escuelas tradicionales no tienen nada que ver con una escuela Montessori.
En el año 1929 se fundó «Association Montessori Internationale« (AMI) para mantener la integridad de la obra de su vida y asegurarse que continuaría después de su muerte. Esta asociación sigue capacitando a los maestros usando las herramientas y teorías desarrolladas por María Montessori y su hijo.